Ay sseñora sseñorita caballero que me lass quitan, que se las llevan, que las tengo regaladas, oiga. Para el abuelo, para la abuela, para el papá y la mamá, para toda la familia, que las estoy dando que las estoy regalando. Que las tenemos de todas las clases: para castigarse, para mortificarse, para angustiarse; y también para sonreir, para emocionarse, para el brillo de los ojos. No se queden sin su paja mental, oigan, que estamos de rebajas.