sábado, octubre 01, 2005

Post ñoño

(abstenerse alérgicos a las demostraciones públicas de cariño: avisados quedáis)




Hoy mi complementario está malito.
Y es eso, mi complementario.
Y yo parece que estoy coja, manca, tuerta.
Se ha ido a la cama pronto y me ha dejado aquí sola, con lo negro que es el ciberespacio y el miedo que sigo teniéndole a la oscuridad.
Y me faltan su sonrisa, sus besos.
También sus exabruptos y su música horrible a ratos.
Me faltan sus interrupciones, sus silencios.

Y cuando sale de viaje es peor. Entonces me sobra media cama, me sobra la cafetera llena, me sobra espacio vital, me sobra baño y la alfombrilla está seca cuando voy a ducharme.

Mejor me voy a la cama con él y lo abrazo.
Y ya no estaré coja, ni manca, ni tuerta.
Y si leo un rato, protestará con voz agria para que apague la luz.
Y nos pegaremos codazos, y nos robaremos la sábana, y nos empujaremos con el culo.
Pero sé que, si tengo una pesadilla, podré despertarlo para acurrucarme pegadita a él y que me abrace, todo sueño y olor a besos.