lunes, octubre 24, 2005

Risqui risqui

risqui risqui risqui
Tengo un gusanito dentro risqui risqui risqui. Me hace cosquillas, me recorre el cuerpo. Risqui risqui suenan sus dientecillos de tiburón. Risqui risqui abriéndose paso por mi carne de manzana jugosa. Se esconde detrás de mis ojos, se arrastra hasta los dedos.
Por eso sufro de calambres sin remedio.

Una vez que abrí mucho la boca, creí ver su negra cabeza peluda. Este gusanito no es guapo, es un gusano ciego y como la pez. No tiene rayas de colores ni ojitos que sonríen. Es un gusanito risqui risqui que me devora. Engorda de mi carne, y su voracidad no tiene límite. Me come las entrañas, se bebe mis lágrimas.
Por eso sufro de calambres sin remedio.