domingo, enero 01, 2006

Feliz intención compartida

NO

Por qué por qué por qué la mayoría de la gente cargada de buenas intenciones resulta ser tan CARGANTE.
No, no quiero pasar la Nochevieja en tu casa; no, no me apetece ir. Que he dicho que no. Pues porque no me apetece, porque no tengo tiempo, porque tengo que hacer esto y lo otro. Joder, pues por que no. No, de verdad. No me apetece, que no. Que no puedo. Que paso de coger el coche. Que no quiero quedarme en tu casa. Joder que no.

¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAGS!!!

Esta ha sido nuestra segunda Nochevieja los dos solos en casa, aunque la primera confesa. El año pasado nos inventamos que estábamos en casa de unos y de otros. Para que nos dejaran en paz. Pero este año hemos cogido el toro por los cuernos y ¡dios! Llevamos una semana ¡una semana! repitiendo lo mismo a todas horas. Contra viento y marea; a pesar de los chantajes emocionales, a pesar de los ruegos, a pesar de... ais... ("pero a mí me apetece estar con vosotros" pues joder, a nosotros no, vamos, más claro...Leñe, si te estoy diciendo que NO QUIERO IR, por qué tendría que hacerlo "por ti"? ¿Eres tan egoísta que no te importa si no nos apetece? No sé. Yo sólo quiero estar con, hablar, ver a alguien si esa persona quiere, SI NO, PUES NO).

Y esta segunda Nochevieja ha sido aún mejor que la del año pasado. Empujones en la cocina. Ve echando la harina despacito. Saca tú eso del horno. Ostras, que se me quema el postre. Ahí, ahí, ve poniendo lonchitas de salmón. Langostinos, patatitas al horno con salmón y salsa holandesa, morcón, jamón, queso, lomo, entrecots, panacota, bombones, sidra. Polvo pre-cena. Cena. Las uvas. El beso, el brindis. Ese beso dado de verdad, ese "feliz año nuevo" absolutamente sincero.

Gracias, costillo, por enseñarme a saber decir "no".

Y para los demás: Feliz todo. No es que este sea el único momento en el que por narices deseas felicidad a alguien. Es que es una tradición. Y a mí me parece que está bien. Total, al menos, una vez al año, manifestamos buenas intenciones hacia los demás. Tampoco cuesta tanto, tampoco es tan malo ¿no?