miércoles, diciembre 14, 2005

Peluche nuestro que estás en los cielos...

Dudo entre abandonarme a la indignación, a la risa desquiciada, a la pena más profunda. ¿Por qué? Por esto: una noticia aparecida en el diario Qué!, edición de Madrid, a fecha de hoy.



Se trata de las recientes campeonas de España de gimnasia rítmica. Veamos tan sólo una perla: "La noche antes del concurso pusimos nuestro peluche encima de una lámpara y le rezamos pidiéndole tres deseos".

Hala, ahí queda eso.

El tipo de pensamiento que ilustra la noticia es un claro ejemplo de subnormalidad profunda fallo de nuestro sistema educativo. Idea que tomo prestada de este artículo. No sé, a mí me parece que es una simple cuestión de mezcla entre tradición fuertemente arraigada y cociente intelectual al nivel de una castaña pilonga (y que me perdonen las castañas, pobrecitas).

Muestras como esta me hacen perder la fe en el género humano.
Y ahora dudo entre abandonarme a la vergüenza ajena, a la preocupación o a las drogas duras.

Como complemento, recomiendo vívamente un paseíto por los siguientes enlaces (todos incluidos en la columna de la derecha de este blog, dentro de la sección ¡Avive el seso y despierte!) donde se pueden leer cosas tan interesantes como la verdad sobre el "enigma" (ejem, ejem, cof, cof...) de las caras de Bélmez, las "investigaciones" de Iker JIménez (argg.. COF COF COF... ARRGG...PUAGS..) etc.