lunes, septiembre 12, 2005

Dios, pero qué feo es el universo



¿No habéis tenido un día de estos en los que, de pronto, parece que véis por primera vez a las personas tal como son?

Voy por la calle y... dios... pero qué nariz tiene esa. Joé que cara de cerdo tiene aquel. Madre mía, antes de tener esos pelos de rata, yo iría rapada. Ostia qué tía más fea, qué grima da. Menuda cara de imbécil que tiene aquel julai. Pero... pero... ¡coño! ¡qué feo es todo el mundo!

Ante este descubrimiento que me cae encima como una losa, enmudezco mentalmente, dejo de mirar a la gente a la cara, sigo caminando hacia casa y, al subirme en el ascensor, intento no mirar hacia los espejos, no vaya a ser que se cumplan mis peores sospechas.