miércoles, marzo 01, 2006

Master and Servant




Para poner música utilizo Castpost


Él era algo mayor que yo. Me faltaría espacio para explicar qué me fascinó desde casi el primer momento. No era guapo, no era alto, no era amable, no pretendía ser gracioso. El, catedrático y yo, su alumna de una de las varias facultades por las que pasé sin pena ni gloria ni título. Creo que fue su descaro medido, sonrisa burlona de castigador barato pero, sobre todo, la sensación de poder que irradiaba.

Primero fueron las largas charlas y luego, su visión del mundo. Según este experto, el mundo se divide en amos y sumisos. No hay más. Ni menos. Un amo lo es toda la vida y en todas las facetas de su vida. Un amo (o ama) actúa, piensa, siente, duerme, siempre en posición dominante. El sumiso o esclavo lo es por voluntad propia y es una posición, por elegida de modo consciente, privilegiada. No es sólo sexo. Para nada. Pero también hablamos de él. Me contaba, me contaba, delante de una taza de café. Yo abría los ojos y las compuertas de mi esponja de aprehender, y escuchaba, y escuchaba. Algunas cosas me sorprendían, otras me parecían increíbles. El mundo de las parafilias es realmente inagotable. En su caso: bondage, dominación, cadenas, cuero, castigo, la palabra a salvo, los límites al máximo o fuera de ellos. Recuerdo que por aquella época empecé otra vez a fumar.

Fue él quien me enseñó los secretos del IRC. Y los canales de BDSM, y las señales, y el significado de los nicks en mayúsculas, y cómo se identificaban amos y esclavos.

Y luego vino la pregunta: ¿de qué tienes tú alma? ¿de ama o de sumisa? ¿de dómina o de esclava?

Lo nuestro fue un escarceo sin más consecuencias. Una fascinación fantasma que apenas duró una semana. Dos náufragos agarrados a una tabla podrida. Nada especial.

Para los curiosos: nunca averiguó el trasfondo de mi alma.

Todavía a veces me hago la pregunta.

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Y como bola extra, este vídeo tan políticamente incorrecto como provocador. Lo siento, no hay sexo ¿o sí?

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P.D.: Este era el único secreto que te guardaba. Ahora sabes porqué nunca me he sacado la última asignatura que me queda para terminar la licenciatura.