viernes, noviembre 11, 2005

El apocalishis


Seven lies multiplied by seven
Multiplied by seven again
Seven angels with seven trumpets
Send them home on the morning train


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Iba a titular el post "ME CAGO EN LA RENFE" y luego a dejarlo en blanco. Así, en plan efectista. Pero mira por dónde, mi Dave Gahan de mis amores -Davisín pa' los colegas- me susurra al oído (ay esa voz... ay) lo de las siete trompetas y ahí ya me he puesto a comparar el apocalipsis con la huelga de cercanías, que no tienen nada que ver salvo que en ambos casos reina el caos.

Como alguna vez todos, por muy pupas que seamos, tenemos algo de suerte, he cogido el tren correcto desde la vía incorrecta de pura chiripa. Ahí es nada.

Pero no puedo evitar preguntarme por qué voy en un vagón como ganado, recién duchada, después de levantarme una hora antes de lo que solía hacer antes, sudando como un cerdo; cuando podría ir cantando lo de ¡¡yan de reveleira!! a grito pelado y soltando una manita del volante para moverla tipo tachaaaaaan como en los números musicales al terminar, enseñando la palma extendida y agitándola con cara de idiota, o chasqueando los dedos.

En fin, como dijo un señor -no sé si buen o mal escritor, no sé si buen o mal filósofo-: "eshtamos hablando de apocalishis y hablemos del mineralishmo".