miércoles, agosto 10, 2005

Simplemente PER-FEC-TO

Subtítulo: Ejemplos ilustrativos de la diferencia entre prosa poética tirando a cursi y cargante, y narrativa realista.

Ejemplo 1


Los planetas se habían alineado en un movimiento inusual cuyas inevitables consecuencias están íntimamente relacionadas con mi estado de ánimo y color de piel.
El momento perfecto, el momento esperado.
Los tréboles de cuatro hojas agazapados esperando a salir en franco estallido de alegría.
La luna redonda y llena, gimiente, como una naranja madura. Una estrella fugaz se descuelga ante mis ojos.
Todas las señales no pueden sino manifestar que el tiempo ha llegado.

No pudo ser. Suena el crac de la luna al quebrarse. Lágrimas en el éter. Desesperación.



Ejemplo 2


Consigo acordarme por fin de llevar en el maletero la bolsa con la toalla, las chanclas, el bikini... Por una vez no voy con el monedero vacío y podré pagar la pisci y comprarme un sandwich. Me busco en mappy cómo llegar desde mi curro, quiero aprovechar las dos horas de la comida. Ni un pelo en las piernas, que mi dolor me ha costado, ni una sombra en las axilas y unas indescriptibles ganas de remojarme y tomar el sol. El calor que ha estado haciendo es verdaderamente AGOBIANTE. Dios, un baño en una piscina sería casi tocar el cielo con la punta de la lengua.

Y va el puto tiempo y se pone a llover, ya es mala suerte, joder que todo me tiene que pasar a mí. Me-cago-en-san-peo-bendito-en-todos-los-planetas-del-universo-y-en- la-tía-que-me-hizo-la-cera-el-sábado-por-la-mañana GÑGÑGÑGÑGÑGÑGÑGÑ