viernes, agosto 26, 2005

Las pegatinas asesinas



Dicen que en cada pueblo hay un tonto, y lo mismo ocurre en una clase (no importa de qué curso, ni siquiera de qué). En los curros no es así, suele haber más de uno. Y se quejaba Iced de que se le pegaban todos los frikis. Yo soy como el niño optimista al que los Reyes Magos le trajeron una caja llena de mierda y se pasó toda la mañana buscando el caballo: llevo años buscándome la pegatina que debo de tener en algun lado que dice "frikis (léase tarados, marginados, raros etc) a mí".

También debo de llevar otra en algún lugar incómodo que sólo los demás me ven (la nuca? el culo?) que dice "tocádme, por favor". No sé si he mencionado alguna vez que ODIO que me toquen. El contacto con MI cuerpo es una invasión de MI intimidad y MI territorio que es inaceptable salvo que YO conceda al sujeto o sujeta un permiso ya sea temporal o indefinido. El lote completo incluye (un-dos-tres-responda-otra-vez) [ruido de relojes y cucos de fondo]: golpecitos para enfatizar (cucú) abrazos no solicitados (cucú) empunjoncitos en las colas (cucú) masajes sorpresa (cucú) besos y sobamientos (cucú) palmaditas en la espalda (CUCÚ!!!) y SOBRE TODO cualquier acercamiento no autorizado de dedos, manos, labios, etc. hacia MI cara o MI pelo. Esto se extiende a cualquier extensión o proyección de mi físico (la silla en la que estoy sentada, la mesa en la que estoy trabajando, el libro que estoy sosteniendo).

Psicoanalicémosme o psicoanalízome (dos puntos) la superfluosidad (toma palabro, Deyector, búscala en el DRAE y crucifícame) de las relaciones sociales, la banalización del compañerismo y la amistad, la superficialidad en nuestro intercambio de lenguajes de todo tipo con nuestros semejantes, ha llevado a que cualquiera te suelte, así, de cualquier modo y a bocajarro unos "te quiero un puñao, tía", unos abrazos y unos pellizcos en la mejilla que no sólo están totalmente fuera de lugar sino que han perdido cualquier vestigio de su significado original. Entendámonos (entiéndomemé?): cuando abrazo, acaricio, beso o hago una demostración de cariño, la hago porque la siento. Y ME REVIENTA que vengan a bailarme el agua con esas artimañas conocidos de tres al cuarto que se adueñan de la palabra "amistad" y la convierten en su particular furcia.

ENTÉRATE: no dejo que me toques porque para ti no significa nada.

La gente no se da cuenta de lo que para muchos como yo significa ese contacto que, en la mayoría de las ocasiones, provoca un rechazo instantáneo tipo descarga eléctrica que obliga a hacer un esfuerzo sobrehumano para no devolverlo en forma de empujón o guantazo. La otra opción (siempre menos frecuente) es la descarga agradable que se experimenta cuando el contacto es deseado o inesperado pero bienvenido por la fuente que lo genera.

Otro cantar son los besos, apretones de mano, etc. prácticamente impuestos por la sociedad en la que nos hemos educado. Aunque por ese aro paso, tengo que confesar que no sé para qué narices tengo que darle dos besos a nadie porque me vaya de vacaciones, ni mucho menos volver a dárselos cuando vuelvo. Que si son amigos a los que hace tiempo que no veo, pues viva, pero a los compañeros de facultad que más odiabas? a los compañeros de trabajo que te amargan la vida? a gente que te da asco por babosos/sudados/sátiros (táchese lo que no proceda)?

Porque el cariño o la amistad no son palabras ni gestos forzados. Los que actúan según ese criterio aún sin saberlo, son tan dignos de lástima como de desprecio.

Lo "gracioso" (y va entrecomillado porque maldita la gracia que tiene) es, encima, tener que soportar que esas mismas personas te llamen "neuras", "antipático", "borde" o "arisco" cuando las muy imbéciles no se han dado cuenta de que les has tapado, ayudado, llevado un café cuando hacía falta, escuchado su cantinela llorosa, etc. al menos cien veces en lo que va de mes. Menos mal que los que son mínimamente inteligentes se dan cuenta de cómo funcionan las cosas. (No está todo perdido, qué alivio, qué desesperación).

Y en este post iba a hablar de uno de mi curro que es tan tonto como exasperante (y que se me ha pegado cual lapa sorda y ciega a mis desprecios) pero se me ha ido el santo al cielo y esta verborrea que tan bien me ha venido siempre en los exámenes de "desarrollar conceptos" es ahora mi cruz. En fin, al menos sé que no soy la única "neuras" del universo.