domingo, mayo 08, 2005

Quiero más... [la FURIA]



Ni libros de autoayuda, ni amigos bienintencionados, ni madre (TAN sabia y TAN equivocada, alternativamente), ni familia, ni pareja-amor-compañero-de-cama (tan cerca y tan lejos al mismo tiempo)... La RABIA, la FURIA, así, con mayúsculas, me invade y no sé cómo pararla.
Inundación de sangre y ascuas ascendiendo a borbotones, tinte rojinegro que es sal en los ojos, grito ensordecedor, veneno que paraliza, descarga hacia el terror de perder la cabeza.
Todo está mal.
Trabajar para no vivir, tragar, tragar y tragar, dar cuentas de tu vida, pelear con las frustraciones, despertar cada día para morir otro poco.
Todo el mundo quiere algo de mí, yo sólo quiero que me dejen en paz.
Todo el mundo está convencido de que me conoce. Consecuencias: se empeñan en cargarme con una ayuda que no pido o luchan con la otra persona que creen que soy.
Nada es como debiera ser, empezando por mí. Y "el problema está dentro", y "cada uno es dueño de su vida", y "hay que aprender a quererse", y bla bla bla... sí sí, pero LA RABIA ciega, sorda y paralizante.
A veces me doy miedo.
Y no digas "odio", y si te envían un test en el que te pregunten si alguna vez has odiado a alguien, di que no (es TAN importante que la gente no piense mal de ti).
A veces me doy asco.
Porque sí odio. Y aquel que diga que no lo hace miente o se engaña voluntariamente.
Se trata de empujar hacia abajo, de ahogar los impulsos con un cojín sobre el que estamos sentados. Y a veces hay que darle puñetazos para que no reviente (es TAN importante que la gente no piense mal de ti).
De LA NÁUSEA y el DESPRECIO hablaré otro día.