jueves, abril 20, 2006

Mi héroe

Había oído hablar de algo que se llamaba blog o weblog y decidí investigar un poco, o casi nada: San Gúguel bendito me llevó a varios sitios. Y descubrí huevoluciona. Hacía dos años o así que la habían abandonado pero me fascinó. No era una página web, o sí, pero tenía unas imágenes que me encantaron, el niño guardián del huevo (creo recordar) se llamaba kapa, escribía y escribía como yo quería escribir: sin cortapisas. Y luego había gente que hacía comentarios y entre todos formaban una comunidad. Desafortunadamente de esta página sólo quedan imágenes en la caché de google y poco más. Algunos de sus comentaristas y enlaces siguen escribiendo, como el mentiroso, por ejemplo.

Después fue Iced. Su sinceridad brutal y absoluta, su actitud de pasarse por el forro cualquier convencionalismo tipo correcciones políticas y ese tipo de gilipolleces. Al principio, desconocedora de las normas de protocolo de la blogosfera, sólo leía y jamás dejaba un comentario. Recuerdo que el primero fue casi un parto. El martes volvió a recordarme por qué me enganchó y me hizo pensar: yo también quiero esto. Escupir en plena libertad.

Mi héroe.