sábado, mayo 28, 2005

Voy a comerme el mundo



A pesar de:

  • echarme el gel de baño en la cabeza por error o meterme en la ducha con gafas
  • marearme tanto salto entre la hiperactividad y la dejadez más absoluta con flashes de relax como garabatos en mitad del caos
  • tener que retorcerme los dedos a escondidas para dejar de preguntarme si lo estoy haciendo bien
  • no ser capaz de orientarme en un laberinto sin paredes, sin puertas, sin ser el de los dos reyes de Borges... bueno, sin ser en absoluto un laberinto
  • coleccionar pendientes cojos (o mancos)
  • no darme cuenta de que me habían robado la moto hasta después de estar una hora suponiendo que otra vez había olvidado dónde estaba aparcada (¿me la robaron? ah no, la encontré, eso me pasó con el coche)
  • perder todas las mañanas diez minutos buscando el sujetador del día anterior por toda la casa
  • estar acostumbrada a que mi complementario me llame "Dori" en honor al pez de la película de Disney cuya memoria no iba más allá de los 5 segundos
  • haberme convencido más de 10 veces en los últimos 3 años y 6 meses de que había perdido la alianza de boda (y haber sufrido el consiguiente síncope-infarto de alegría al encontrarla)
  • ser una obsesiva caprichosa cuya estima es una irresponsable loca por las montañas rusas de récord
  • seguir preguntándome dónde narices aparqué el coche cada vez que voy a buscarlo
  • darme cuenta a mitad del post de que en la foto al mundo no se lo comen sino que es el mundo el que come

Me da igual. Pienso comerme el mundo a puñados.

domingo, mayo 22, 2005

Náufragos o Bloguea, que algo queda.


A mí, sin apenas vida propia inteligente (fragmentada entre la esclavitud del trabajo y distintas obligaciones estúpidas a las que no consigo sustraerme) no deja de asombrarme la cantidad de tiempo libre que deben de tener algunas personas en comparación con otras. [suspiro] En muchos casos esto es francamente envidiable pero ¿en otros? Cualquier paseo por el mar de bitácoras al azar da resultados, cuanto menos, sorprendentes. Iluminados que se empeñan en intentar convencernos con su verborrea llena de babas, enfebrecidos por la tinta, vendedores de baratijas, personas muy tristes, seres rebosantes de luz, flipaos, genios generosos, mandarinas de puntillas, ahogados boqueando en la oscuridad, artistas de circo, niños perdidos, narcisos con pretensiones artísticas, cursis hasta la nausea, niñatos al borde [uiiiish, casi] de la inteligencia, creadores de arcoiris que se quedaron a medias, grandes mimones, recicladores de basura y pequeños tesoros, entusiastas crónicos, plomazos-insufribles-voy-a contaros-lo-apasionanete-que-es-mi-vida: "hoy me he cortado las uñas de los pies y voy a narrároslo con todo detalle porque el mundo no puede pasar sin eso, empecemos por el meñique... "
[Ruego se me incluya en cualquiera o en todos los apartados anteriores, salvo en los de genio, creador de arcoiris y niñato, para este último se me pasó el arroz. Se admiten aportaciones espontáneas de los millones de lectores que siguen con avidez estas páginas]

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Ni por asomo podría, aunque quisiera, escribir a diario. Y mira que es terapéutico... Me ha costado una estancia completa con todos los gastos pagados en el pozo de mis infiernos particulares parir esta miseria de blog. Pero hay que volver a la luz y pagar la hipoteca. Qué poco poético, qué cierto. Pobrecito mi blog, que se queda desamparado sin un mal codazo que llevarse a la boca.

domingo, mayo 08, 2005

Quiero más... [la FURIA]



Ni libros de autoayuda, ni amigos bienintencionados, ni madre (TAN sabia y TAN equivocada, alternativamente), ni familia, ni pareja-amor-compañero-de-cama (tan cerca y tan lejos al mismo tiempo)... La RABIA, la FURIA, así, con mayúsculas, me invade y no sé cómo pararla.
Inundación de sangre y ascuas ascendiendo a borbotones, tinte rojinegro que es sal en los ojos, grito ensordecedor, veneno que paraliza, descarga hacia el terror de perder la cabeza.
Todo está mal.
Trabajar para no vivir, tragar, tragar y tragar, dar cuentas de tu vida, pelear con las frustraciones, despertar cada día para morir otro poco.
Todo el mundo quiere algo de mí, yo sólo quiero que me dejen en paz.
Todo el mundo está convencido de que me conoce. Consecuencias: se empeñan en cargarme con una ayuda que no pido o luchan con la otra persona que creen que soy.
Nada es como debiera ser, empezando por mí. Y "el problema está dentro", y "cada uno es dueño de su vida", y "hay que aprender a quererse", y bla bla bla... sí sí, pero LA RABIA ciega, sorda y paralizante.
A veces me doy miedo.
Y no digas "odio", y si te envían un test en el que te pregunten si alguna vez has odiado a alguien, di que no (es TAN importante que la gente no piense mal de ti).
A veces me doy asco.
Porque sí odio. Y aquel que diga que no lo hace miente o se engaña voluntariamente.
Se trata de empujar hacia abajo, de ahogar los impulsos con un cojín sobre el que estamos sentados. Y a veces hay que darle puñetazos para que no reviente (es TAN importante que la gente no piense mal de ti).
De LA NÁUSEA y el DESPRECIO hablaré otro día.

sábado, mayo 07, 2005

Caída y descenso



¿Quién me salvará de caer a la luz?
¿Cómo sabré dónde está el cielo y dónde la tierra?
¿Me prestarás tus manos? ¿Me atarás bien fuerte a tu voz?

Deja que te susurre al oído mi grito de oscuridad prometida.
A cambio, seré tu demonio esclavo.

viernes, mayo 06, 2005

¿Reinterpretaciones, plagios?



Un mentiroso me ha hecho reflexionar sobre la diferencia entre plagio y reinterpretación. Los extremos, claro, siempre están bien definidos. Quién no vería la copia oculta en un eufemismo llamado intertexualidad (palabros, palabros, pero cuánto nos gustan los palabros altisonantes) o la obra de arte escondida en la copia reinterpretada. (¿O no?)
Al respecto sólo puedo aportar migajas dispersas que ni siquiera señalan bien el camino. Es doloroso cuestionar en lo que hemos puesto nuestra fe, pero necesario.
Cada cual que extraiga sus conclusiones. No me importa quién tenga razón, sólo quiero sentir las palabras. [¿A quién quiero engañar, si no me importase, este mensaje no existiría]
Aquel que esté libre de irresponsabilidades, que me tire la primera piedra.

domingo, mayo 01, 2005

La vida es un circo

en el que todos somos a la vez payasos y equilibristas, cuando no leones desdentados o pulgas rabiosas…